Con Alva, ya no son necesarios los empotramientos en el suelo. Mediante una placa base, el herraje se fija firmemente al suelo con sólo dos tornillos -en lugar de cuatro- y queda anclado con la misma estabilidad.
Si los dos taladros previstos discurren a lo largo de una junta de dilatación, las opciones alternativas de taladrado permiten una fijación segura en el subsuelo.
La distancia entre la pared y el primer orificio es de 29 mm, por lo que ofrece espacio suficiente para taladrar verticalmente con una broca, de modo que los orificios en el subsuelo puedan realizarse cómodamente. La puerta alcanza su posición ideal con ayuda de cuatro tornillos de ajuste. Esto permite un ajuste fino de la alineación vertical y de la posición cero de hasta +/-3 mm y +/-3° respectivamente. La distancia a la pared, la alineación horizontal, también puede ajustarse fácilmente en +/- 3 mm mediante un quinto tornillo de ajuste.