Este fluido de corte fácilmente lavable se utiliza allí donde se exigen los máximos niveles de calidad de corte y rotura, p. ej. en el sector de la automoción, en el corte de vidrio grueso y para cortes con formas exigentes.
Los modernos fluidos de corte sintéticos son definitivamente preferibles a los lubricantes tradicionales como el petróleo o la parafina.
Los fluidos de corte lubrican la rulina, minimizando la fricción y prolongando así la vida útil de la herramienta. La reducción de la fuerza de corte provoca menos daños en la superficie del vidrio, lo que se traduce en menos esquirlas y una mejor calidad de los cantos. Además, se aglutinan las partículas de vidrio más finas y se evitan los daños consiguientes en las fases posteriores del proceso.
Dado que tanto los procesos de producción como las condiciones ambientales son diferentes para cada fabricante, el fluido de corte también debe adaptarse a las respectivas condiciones. Algunos criterios de selección importantes son, p. ej., el grosor del vidrio, la temperatura de la superficie o el sistema de aplicación.