Bohle reconoció muy pronto las extraordinarias propiedades del carburo de wolframio. Un rendimiento muy superior en comparación con las rulinas de acero convencionales es una de las grandes ventajas del material.
Además, las rulinas de carburo de tungsteno se caracterizan por unas propiedades de corte uniformemente buenas y los correspondientes bordes de rotura limpios para diferentes grosores de vidrio. Pero no sólo el material básico es decisivo para la calidad. El mayor know-how reside en el procesado posterior de las piezas brutas de las rulinas, que se someten a un afilado muy especial en máquinas especialmente desarrolladas. Porque sólo el afilado, cuya realización depende de la aplicación posterior, conduce a una larga vida útil constante y a unos resultados de corte óptimos.
La mayoría de los fabricantes de máquinas de corte de renombre en todo el mundo confían en la calidad probada de Silberschnitt® y equipan de serie sus sistemas con la tecnología de corte industrial de Bohle.